jueves, 2 de diciembre de 2010

Bartolo

Su dualidad es atroz, repugnante y bella. La gente no sabe bien como reaccionar al verlo merodear por el jardín. "Es solo mi mascota", les digo. Pero mis palabras no bastan para calmarlos. Se llama Bartolo, y es increiblemente juguetón. Lo encontré abandonado abajo de un puente por ahí por Bulnes con Quebrada Honda, sin dueños, pero con un collar que decía: "Qilakitsoq-Passamaquoddies" grabado en metal, . El poco éxito de mi empresa de pegar cartelitos con su foto y número por el barrio me convenció de que debía de adoptarlo. Y así fue. Miralo ahora tan feliz allí con sus alas fervorosas, brillantes con el sol. Estoy muy orgulloso de el: cazó su primer conejo el otro día. Malditos conejos que intentan sabotear mi huerta.

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