jueves, 30 de junio de 2011

Sin título


Cuando me haces una pregunta
     Tomo la oración y la mato, la torturo.

 Así es... Aplico cortes, carnicereo las palabras.  Y
              con mis manos sucias, muy sucias, llenas de sangre, de intenciones, de víceras y adverbios,
              envuelvo cada palabra en un papel café, introduzco el paquete en un sobre, la etiqueto, la meto en su respectiva carpeta, y ésta, en su respectivo cajón.

Y a veces... (y no pocas veces)
              cuando yo quiero preguntarte algo, busco palabras que no existen, o que por lo menos no encuentro. Y me siento estúpido. Busco en todos los cajones, y luego comienzo a buscar detrás de ellos, por debajo y por los costados exteriores. Y siento un vacío intenso.                        Entonces elijo el cajón, la carpeta, el sobre, el paquete, la palabra que más se parece a la que busco (pero que es completamente distinta)...
            y hago la pregunta.

Me frustro de la grotesca aproximación del universo continuo de las ideas... de esta asquerosa discretización imprecisa encarnada en la deficiencia de las palabras.

                                       Y me siento tan tonto cuando pienso que para sentir hay que articular.

jueves, 23 de junio de 2011

Quirofagia


He rescatado la siguiente misiva que jugueteaba errática junto a unos anteojos negros (y muy pequeños) en uno de los vagones del metro en Santiago (Chile) a las 10:45 de la noche de hoy jueves 23 de junio, 2011, entre las estaciones de Alcántara y Escuela Militar. A continuación transcribo este interesantísimo documento, con el afán de compartir algo en qué pensar. Mis intenciones no son, de ninguna manera, las de transgredir la privacidad de alguna persona. Lo que están a punto de leer es completamente real, o al menos, la carta existe y yo no la escribí ni vi quién era el portador original. Aquí va (está escrito a mano y en tinta, aparentemente una pluma):



18 de Marzo, 2011                                                                 Santiago, Chile
Estimado doctor Villacian:

Según el DSM, es un trastorno alimenticio extremadamente poco común: se trata de la quirofagia. Existen 2 casos registrados, y ambos provienen, curiosamente, de pacientes partícipes de comunidades gitanas. A continuación se exponen brevemente los dos casos mencionados. El siguiente estudio fue publicado por la APA el 99´. Lo relevante, en forma resumida, está a continuación:

17 de Septiembre, 1977
Figueras, Alto Ampurdán, Cataluña
Sergiu Rafael Imperio-Montova Cortés es encontrado muerto (sin su mano izquierda y tres dedos de la mano derecha cortados hasta la segunda falange). La causa de muerte comprobó ser asfixia total, diagnóstico establecido por el médico que realizó la autopsia Andrés Zamora Zamora, quien además menciona el descubrimiento de las extremidades -hasta ese momento ausentes- en el interior del estómago y la presencia del pulgar e índice derecho atorados en la parte superior del esófago. Esto último explicaría el deceso. También se encontraron lesiones graves en las encías y en los caninos e incisivos. Su hermano, Xavier Ray Imperio-Montova Cortés, declaró haberse enfiestado con Sergiu, quien decidió, en cierto punto de la noche, dejar la taberna en la que se encontraban: "Repentinamente se enojó y, recitando versos inconexos de García Lorca sobre "(...) el ascua, la sangre y el alfabeto de la verdadera andaluza universal (...)", salió del local rápidamente, como si fuese tarde a algún encuentro". Xavier confesó nunca haber visto a su hermano actuando de esa manera, pero que no se preocupó dada las altas cantidades de cerveza bebidas en la ocasión. Según sus familiares, Sergiu nunca presentó desordenes alimenticios, alucinaciones, paranoia, ni algún tipo de cuadro psicótico ni conductas antisociales. De buen humor y muy querido por su comunidad gitana-javate, la muerte de Sergiu Rafael Imperio-Montova Cortés significó el primer registro de este enigmático trastorno.


Septiembre, 1997 
Namur, Región de Valonia, Bélgica
Théodore Heredia Górniak es encontrado muerto y sin sus manos bajo un alerce en la ribera del Sambre. La autopsia reveló la presencia de ambas extremidades en el estómago. La causa de muerte se decretó como desangramiento por las heridas en sus muñecas. Se observaron lesiones mayores en la dentadura, paladar y lengua. Hay poca información personal sobre el difunto: hace 2 años, por una pelea, había dejado su comunidad romaní (de origen krasarja) y vivía de la limosna. Descrito por algunos relativos lejanos como “(...) una persona sumamente inteligente.” Su muerte sigue siendo un misterio. Testigos afirman haberlo visto la noche anterior divagando y hablando en español, idioma que conjeturalmente no conocía.

Eso sería todo lo que pude encontrar.
Como habrá notado, las obvias diferencias étnicas entre ambos personajes, junto con las significativas diferencias espaciales y temporales (2 décadas) de los sucesos produce una enorme cantidad de preguntas en nuestro círculo. 
Dada la gran similitud con el caso que me ha comentado, y lo importante que significaría su hallazgo dentro de la psiquiatría y teología, creo necesario seguir comunicándonos por este medio tal como usted sugirió.
Debemos discutir con suma delicadez los pasos a seguir para no arderlo* antes de que estemos preparados. 

Los preparativos para el solsticio en Montegrande están en orden. Con Sergio esperamos ansiosamente su llegada.
Un abrazo fraternal, 

Shurch

*Esta palabra no se entiende bien, pero al parecer dice “arderlo”


El mono adjunto lo dibujé hace más de un año y lo encontré extrañamente perfecto para esta entrada. El aporte más ad-hoc de todos los tiempos, quizás. Es tarde y muchas cosas pasan por mi cabeza al leer la peculiar carta una y otra vez con el Veckatimest de Grizzly Bear sonando una y otra vez.


E.f