Sus ojos chocan
Las miradas son hilos blancos
Que se enredan en el aire…
Primero un nudo, luego trenza y luego cuerda
Las palabras vuelan,
Como que ruedan, la verdad (y muy torpes)
En sus bicicletas nuevas que no saben usar…
Se caen, se ríen, se avergüenzan
El abrazo llora,
La despedida es una piedra angulosa
Entre el zapato y el calcetín
El gusto es mío; no, mío; no, en serio, es mío… se avergüenzan
El beso es una taza de té,
Que nunca dejarán de tomarse
En el auto, en el baño, en la cama, en sus sueños…
Pero la verdad es que cada día se enfría más.
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